«¡Seño! ¡Le dió depresión postparto!»
Palabras dichas por la persona que trabajaba en mi casa en el momento en que me vió hincada en el baño llorando. Llevaba 4 días postparto y acababa de llegar a mi casa con un recién nacido de los que llaman «Coliky Baby», que lloran todo el día y no se calman con nada.
Recuerdo esta escena como si literalmente la hubiera vivido ayer.
Imaginen esta ecuación:
Dolor después de la cesárea + estar frente al espejo con ardor en los pezones después de haberme bañado + tratando de ponerme una faja (que resultaba imposible) + bebé llorando al fondo + meses sin dormir + cambios hormonales + vida nueva de mamá = HINCARSE A LLORAR.
Me recuerdo que lo que me afectó no fue hincarme a llorar y tampoco fueron las palabras de esa persona que se acercó a mí diciendo “¡Le dió depresión postparto!” Me afectó lo que empezó mi mente a creer sobre lo que estaba pasando:
“Yo quería ser mamá, esto no debería de estar pasando”
“¿Será que soy una mala mamá?”
“Es imposible que tenga una depresión”
Etc.
El baby blues no es más que un resultado de una combinación de cambios internos y externos que no estamos acostumbradas a manejar. Mucho está sucediendo a nivel físico (fisiológico), mental, y emocional durante esta etapa.
Ocurre aproximadamente en el 3er día postparto y puede durar hasta 2 semanas.
Puede ocurrir hasta en el 80% de las madres y se manifiesta básicamente con irritabilidad, cambios de humor drásticos, y llanto fácil. Su causa es en gran parte el cambio hormonal drástico, aunque otros factores también juegan un papel.
¿Cómo se diferencia de la depresión postparto?
La depresión debe hacerse mediante una evaluación clínica y ocurre aprox en el 10-15% de las madres. Existe una gran diferencia: la anhedonia (falta de interés por completo en el bebé), y no existe ningún tipo de satisfacción desde el momento del parto. Es decir, madres que sienten CERO conexión con su bebé por un tiempo prolongado, y tienen una actitud: “esto no tiene nada que ver conmigo”. En el baby blues ves a tu bebé sonreír, o abrir sus ojitos y caes en un momento de amor puro. Te sientes conectada. Puedes estar agotada, pero hay cierta satisfacción en los momentos preciados del postparto.
«Tratamiento» del baby blues
Esto es lo más lindo de todo. El tratamiento no es mas que saber ser paciente y amorosa contigo misma y con los cambios experimentados. Aprender a vivir desde la mente clara, la que vive en total presencia y en armonía con la realidad. Conforme pasan los días, tu cuerpo se hace fuerte, tus hormonas van encontrando su nuevo balance, y tu mente se va aclarando.
Te aseguro esto: ¡Cada vez te sentirás más segura de ti misma y de tu rol de mamá! Acuérdate, tu cuerpo se encargó de prepararte para ser mamá y desarrolló habilidades para hacerlo. Es ciencia, es naturaleza, es perfección divina.
Quiero recomendarles a tres mujeres increíbles que te pueden ayudar si estas por entrar al postparto:
Lic. Natalia de Biegler (Psicóloga Perinatal y Doula)
Dra. Hedi Andrade (Ginecóloga y Doula)
Lic. Andrea Meza (Psicología clínica y facilitadora certificada en “The Work)